SABIA Y REBELDE
Iñaki Urdanibia
Reseña aparecida en “MUGALARI” nº 346 (2005)
Vaya por delante la felicitación que, sin lugar a dudas, se merece
la
pequeña y periférica
editorial gallega por desenterrar esta joya literaria y de paso, sacar a una
escritora y matemática comprometida, además, con los movimientos
revolucionarios
de más allá de las
fronteras rusas. Estamos ante una novela propia del mejor Dostoievski, tanto
por la consistente prosa de la autora como por la temática abordada. Un libro
que no debería pasar inadvertido.
Sofía (si bien su nombre se usó habitualmente en
francés -Sophie- debido a sus andanzas parisinas en tiempos de La Comuna)
Kovalevskaia (1850-1891) era hija
de un general zarista al que sus descendientes femeninas le salieron bastante
raras si se tienen
en cuenta los valores de los militares y otras gentes de
orden. Ciñéndonos a la que nos ocupa (su hermana mayor, Ana, le abrió
el
camino), fue una encendida feminista entregada, comunista, nihilista y
brillante matemática. Primera mujer doctora
en la disciplina nombrada, primera
mujer en ocupar una cátedra
en la universidad (fue en Suecia donde se le ofreció tal puesto,
cosa que tanto en su país como en toda Europa resultaba impensable en la época),
galardonada con distintas distinciones
de diferentes academias, tanto rusas
como francesas… Admirada por el ya nombrado Dostoievski -quien, precisamente,
tuvo algunos escarceos con su hermana Ana-, por George Eliot y Darwin, alcanzó
cierta notoriedad con esta breve
novela de la que hablo. Publicada un año después de su muerte simultáneamente
en Suecia y en su país natal, La nihilista debió sortear serios
problemas
con la censura, ya que venía a suponer un mal ejemplo y una cierta
apología de la lucha sin cuartel contra el sistema establecido.
La novela es autobiográfica sin
tapujos; y así, tras Vera,
la protagonista, se adivina la presencia de la
escritora. Vera –que en ruso significa fe— pertenece a una familia adinerada,
y en el seno del hogar conoce los valores propios de las clases dominantes. De la
misma forma, vive las tensiones que se producen a raíz de las leyes que ponen
fin a la servidumbre
de los campesinos al aferrase los dueños a sus privilegios
sin límite y rebelarse los que hasta entonces habían sido mantenidos
en los
bordes de la mismísima esclavitud. Quiso la casualidad que un revoltoso
profesor fuese «desterrado» a la localidad en donde vivía Vera, su hermana Lena
y su familia. El padre contrata
al recién
llegado, Vassiltsev, para dar clases a su hija pequeña,
y ahí comienza el
absoluto giro en la conciencia social y moral
de la joven Vera. Ésta se
desplazará a San Petersburgo para tratar de tomar contacto con los nihilistas
de los que le había hablado
el profesor, del que por cierto se encandilará. Allá
hará
todo lo posible por comprometerse con aquellos jóvenes que pretendían ir
al pueblo para hacer comprender a éste la necesidad de romper las cadenas con
las que estaban sometidos, etc. Conoce a tales entregados militantes al asistir
al juicio qué contra ellos se lleva a cabo, y allá ve el compromiso absoluto y
hasta místico
del que hacen gala ante el tribunal. Vera se entregará a la
causa.
Novela en la que se cruzan el amor, el
análisis psicológico
de los personajes y el retrato de una época, en la que
unos jóvenes se oponían con todas sus fuerzas a «las mentiras convencionales
de
la sociedad civilizada», y no aceptaban ninguna autoridad a no ser la que
proporciona la razón… Son los tiempos en los que se van cociendo los
posteriores cambios revolucionarios que sacudirían aquellas tierras y, por
extensión, al mundo entero.

Sofia Kovalevskaia (1850–1891)
ENTREGARSE A UN IDEAL
Pablo D'Ors
Reseña aparecida en
“ABCD Las Artes y las Letras”
(30 de abril 2005) ver más